“La idea es que todo el que pase le dé significado a la
obra”, dice Santiago Cavanagh, artista plástico de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires.
Contra el prejuicio con que carga el arte del graffitti, dos
jóvenes artistas porteños decidieron salir a pedir permiso para cambiarle la
cara a las monocromas cortinas metálicas de los comercios de la Ciudad. De eso
se trata Proyecto Persiana, de Santiago Cavanagh y Milagros Avellaneda.
“En 2014 me mudé al barrio de Congreso, cuenta Santiago
Cavanagh, alma mater del proyecto y licenciado en Economía Empresarial por la
Universidad Di Tella, especializado en Negocios de Arte, es una zona muy
comercial, con Libertad, la calle de los joyeros, Talcahuano, la de la música,
etc. Durante el día hay mucha actividad y mucho caos, pero una vez que se
cierran las ventanas, cada noche y, todo el día los fines de semana, el paisaje es gris, desértico. Siempre que
volvía a casa mirando las persianas bajas, y en su mayoría vandalizadas,
pensaba: algo hay que hacer”.
Ante ese panorama, y después de una serie de “afortunadas
casualidades”, a mediados de julio de 2015 nacía Proyecto Persiana, bajo tres
objetivos fundacionales: transformar las persianas de Buenos Aires, embelleciéndolas
a través del arte; generar un espacio para los artistas, y, también,
revalorizar el arte urbano, muchas veces desprestigiado o asociado al
vandalismo.
No todos los sectores y cuadras de la Ciudad de Buenos Aires
resultan vistosos y muchos edificios y locales están deslucidos. Santiago
Cavanagh, un joven artista del barrio de San Nicolás, sintió la necesidad de
embellecer el gris de su zona y propuso, junto a Milagros Avellaneda, el
Proyecto Persiana. Su objetivo: transformar la Ciudad a través del arte.
Proyecto Persiana fue creciendo, recuerdan sus precursores,
desde aquel 27 de septiembre de 2015 cuando decidieron salir a dejar su huella
en las cortinas de locales comerciales del centro porteño. Hoy cuentan con más
participantes, muralistas y graffiteros, y algunos recursos por donaciones,
para también revalorizar el arte urbano y dar crédito a los artistas.
“A partir de un trato
con los dueños de los locales, su permiso y consentimiento, comenzamos a
pintar”, explica Milagros de 24 años. Por lo general, agrega, la recepción es
muy buena. “Cualquier cosa es mejor que una persiana gris vandalizada”. Además,
al concluir el trabajo, los participantes se encargan de limpiar las veredas y
los mármoles manchados.
Pero el arte en las persianas, explican, no es sólo para sus
dueños. “La idea es que todo el que pase por ahí, vea la obra y le dé un significado”.
La noche de estas cuadras de Buenos Aires definitivamente ha sido transformada.
Por ejemplo, quien camina por la calle Libertad, se ve inmerso en el océano y
la selva, en Talcahuano, la temática es la música y en la calle Uruguay no
podía faltar el Carnaval.
Incluso la respuesta por parte de los vecinos es alentadora
y muchos lo expresan a través de la página de Facebook del proyecto: “Soy
vecino de la calle Uruguay y Perón donde pueden ver esta maravilla. Hasta hace
poco las persianas de mi ciudad no me decían nada. Ahora tienen un color,
símbolos y mensajes que me permiten cada día dialogar con ellas. Gracias”, dice
una de tantas publicaciones.
Los jóvenes artistas realizan también un seguimiento del
estado de las obras y los resultados han sido positivos. “Otros graffiteros
respetan el arte, hasta ahora no han vandalizado”, celebran. En este sentido,
el proyecto busca también romper con un preconcepto masivo frente al graffiti.
Aquí el arte y las formas de expresarlo son respetuosos del entorno.
Proyecto-PersianaEl siguiente paso de Proyecto Persiana es
salir del centro porteño y darle vida a los barrios más carenciados de la
Ciudad, como las villas. De a poco, pincelada a pincelada, la contribución de
estos artistas se expande para hacer de nuestras calles lugares más lindos,
alegres y llenos de sentidos positivos.
Podés encontrarlos en:
Facebook: Proyecto Persiana
Instagram: proyectopersiana
o a correo: proyectopersiana@gmail.com
Fotos Proyecto Persiana
Fuente VPJ
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