A mediados de la década del 80, en el mundo de la plástica neoyorquina comenzó a brillar el nombre de Jean-Michel Basquiat. Este precoz artista negro emergió desde la marginalidad de las calles de Brooklyn para inundar Nueva York de graffitis y luego saltar al reconocimiento critico, la fama, y el éxito económico, al integrar el clan que orbitaba en torno del excéntrico Andy Warhol.
SAMO
Mientras trabajaba como ayudante de un electricista en un museo, Basquiat garabateaba las paredes con graffitis. Sus textos estaban cargados de poesia y satira, firmados con una corona con la palabra SAMO (siglas de same old shit, la misma vieja mierda). Basquiat, no usa imágenes ni el color para sus graffitis, solo le bastaran las palabras como: “samo© as an end to mindwash religion, nowhere politics, and bogus philosophy” o “plush safe he think / samo©.” Estas frases luego pasaran a sus pinturas. En 1979 graffitea la frase: "SAMO is dead", dando fin a la etapa callejera, para pasar a dedicarse a la música con su grupo "Gray" y luego a los gigantes lienzos apadrinado por Andy Warhol.
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