Este joven
que aprendió el oficio de tallar las maderas observando a su madre en su
Montecarlo natal, explicó a Misiones On Line que sus primeros pasos en este
arte fueron desde la infancia cuando “observaba a mi madre hacer sus trabajos
en madrea”. En la adolescencia fue haciendo sus primeros trabajos aprendiendo
con cada golpe de escoplo a conocer las maderas, sus esencias y posibilidades.
Marco
recuerda que su primer encargo fue cuando tenía 18 años, “para una ermita del
barrio El Bonito de Montecarlo, los vecinos le habían pedido una virgen de
Santa Rita a mi madre (Ana María Bogado), ella ya no quería hacer más
esculturas y me dijo a mí si quería tomar el encargo, esa fue mi primer obra”.
El joven
ahora es un escultor tiempo completo, se dedica plenamente a realizar los
pedidos que le van llegando a su taller. Realiza en su mayor parte trabajos
sobre relieve, referidos a temáticas religiosas, también hace carteles y
esculturas de vírgenes y santos para ermitas o devocionarios.
“Me gusta
rescatar las maderas olvidadas o abandonadas” explica este artista que recorre
los arroyos, montes y rozados buscando
troncos de árboles que quedan caídos. Indicó que prefiere trabajar sobre las
maderas secas, ya estacionadas, “porque el proceso de secado hace que el
trabajo sea más largo y complicado porque hay que esperar que la madera se
seque y trabaje”.
Su trabajo lo hace con herramientas manuales,
nada mecanizado, hasta los cortes principales los hace con tronzadoras para
poder sacar lo mejor de la madera. Para el desbastado y perfilado prefiere usar
hachas o escoplos. Para los detalles trabaja con gubias, formones y cuchillos.
El artista
busca poder hacer una serie de esculturas que expresen un desarrollo hacia lo artístico,
buscando que cada obra lo represente y lo ayude a desarrollar nuevas
expresiones en la talla. Para ello comenzó con “Sensaciones” una obra de 70 centímetros
que representa a una mujer, símbolo humano por excelencia para el artista.
Esta es una
de sus obras más excelsas, él explicó que “la hice en mis pocos ratos libres,
quise una obra que no fuera para cubrir un pedido, fue una inspiración mía, la volqué
en unos bocetos. Fue algo que yo escribí, trate de desarrollarlo primero en
bosquejos y fui buscando imágenes, cosas que me puedan servir para la postura y
poder hacer mejor la escultura”.
Para su
trabajo utiliza maderas nativas nobles, en especial busca trabajar con los “cernes
de guayubirá, alecrín, cañafístula y otras especies”. Indicó que “con estas
maderas es mayor el nivel de detalles que se pueden lograr a la hora de las
esculturas”.
Uno de los trabajos de mayor tamaño que
realizó fue el de una virgen de 1,20 de altura que fue para la empresa
Larrague. Para todos los casos busca trabajar con madera estacionada, porque el
secado lleva mucho tiempo. Cada cuadro en relieve le lleva entre 30 y 50 días
de trabajo, si tiene muchos detalles, la obra lleva más tiempo.
A las obras
terminadas, Marco antes del patinado con sellador prefiere aplicarles “betún de
Judea”, “cera”, “aceite de lino” que le permiten hacer un terminado mejor,
donde se resalten las tallas.
Entre
quienes les han realizado pedido en estos más de 15 años de trabajo, Marco
recuerda a personas de Santa Fe, Formosa, Buenos Aires, Paraguay, además de los
de la provincia de Misiones. Actualmente se encuentra trabajando en un proyecto
para un instituto de Puerto Piray que será una virgen de los milagros de San
José, esta obra no será en madera, sino que hará un molde de barro ñau y luego
hará la obra en hormigón.
“Yo trato
de vivir de esto” afirmó Marco, quien explica que no es su hobbie, sino que lo
ve como una forma de vida. Reconoce que le gustaría hacer una muestra con sus
esculturas, pero “no tengo mucho tiempo entre pedido y pedido para hacer obras
para una exposición así”.
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