jueves, 6 de marzo de 2014

Las ansias de caminar y repartir colores y calidez a través de aerosolgrafías


Cuando caminas y ves un destello de color que rompe la monotonía de la ciudad, te abstraes y quieres conocer en profundidad, cual es el origen de esa manifestación de colores que no es habitual en la ciudad. Anoche, me sucedió eso, plaza central, donde manifestantes reclamaron todo el día por lo suyo, a la noche se convirtió en la sala de exposición de Javier Solís.

Solís es un chaqueño que desde hace 10 años recorre Latinoamérica con sus aerosolgrafías, técnica que la aprendió de un keniata, luego la fue perfeccionando con su propia experiencia. Viene de recorrer el vecino Paraguay donde ilustrando y recorriendo fue tomando paisajes para ir plasmándolos en sus cuadros.


Ahora en la tierra colorada, ansia expresar su arte en la capital provincial. Mientras recorre paisajes y rememora su primera visita hace unos cuatro años. Solís además de hacer cuadros hace murales donde explaya su arte.

La aerosolgrafía es una pintura urbana que nació en la calle.  No existe un estilo especial, existen temas especiales creados por cada artista.
En cuanto al papel usado, se puede utilizar cualquier tipo de papel, cartón incluso plástico. La aerosolgrafía utiliza los aerosoles con instrumentos secundarios como palitos, paletas, bolsitas etc. para obtener los distintos grafismos. 
También se utilizan mascaras que son pequeños protectores, que permiten pintar las partes esfumadas sin ensuciar los sectores ya terminados de la lámina; pueden ser los planetas que se realizan con una máscara circular para lograr el efecto de un cuerpo.

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