Cuando queremos escaparnos nuestra mente recurre a las imágenes
que nos quedan grabadas de la infancia, esas imágenes mescladas con las
emociones que nos traen las hacen intangibles, irreproducibles, vistas como a
través de un velo mágico que ninguna fotografía puede capturar, sensaciones de sosiego,
paz o felicidad nacen de lo que nos ata a esa patria chica que es nuestro
hogar.
Motivaciones como estas debieron ser la génesis que llevaron
a Andrés Paredes a preparar Exuvia, donde el pasado vuelve con ensoñaciones que
solo podemos avistarlas a través de los velos del alma. Estas ensoñaciones son cálidamente
potenciadas con la música de Pirepú, que nos acompaña desde la entrada al
museo, que mágicamente pasa a ser el patio donde jugaba de antaño Andrés.
Dos Mundos, Tiempos y
Espacios
La muestra Exuvia plantea dos mundos, tiempos y espacios. Es
el recuerdo de Andrés Paredes del enorme patio de su casa natal, un mundo de
vegetación que no tenía límites, tampoco vecinos, sólo estaba marcado por una
hilera muy tupida de güembés con hojas enormes, y cada dos o tres metros había
un cactus altísimo en medio de una profusión de enredaderas.
Dos mundos, el de la naturaleza y la ciencia conoció en esa
casa inmensa que albergaba a la familia y también la clínica de su padre, y
donde él nació.
Pedacito de selva. Un consultorio. Rendijas caladas a través
de una extensa piel invitan a descubrir y vislumbrar en la penumbra,
entregándose a la abstracción. Puede también que se experimente un viaje hacia
otra dimensión, y retrotraerse hacia un sitio muy personal, donde confluyen dos
universos, distintos y conectados a la vez. Íntimo y prohibido, de niñez y
aventura para algunos, misterioso y de siesta, para otros.
En otro sector, en la galería de arte, se exhiben obras que
integraron Gurí, última exposición de Paredes, realizada en Abril pasado en
Galería Palatina, Buenos Aires. Muchas de ellas, materializadas en papel mdf y
epoxi, son una reinterpretación de la selva misionera.
Agudizando la vista, los calados se transforman en un mapa,
con variadas imágenes encriptadas, que al ser descubiertas, generan múltiples
interpretaciones y sensaciones, tantas como espectadores aventureros visiten el
Areco.
Así, la muestra regala a propios y extraños la posibilidad
de vivir el arte contemporáneo de una manera fresca y reflexiva.
Si no la viviste
tenes pocos días antes que la muestra viaje y nos quede solo las ensoñaciones
El Cierre de la Instalación Audiovisual Exuvia, de Andrés
Paredes, se desarrollará el próximo miércoles 26 de febrero a partir de las 20
horas.
La muestra, que cuenta con composiciones musicales a cargo
de Marissa González y Leo Rojas, se despide de Posadas y partirá hacia otros
rumbos, Oberá y Buenos Aires entre ellos.
Luego de más de dos meses en escena, seduciendo a propios y
extraños, proponiendo al espectador, abstraerse en la atemporalidad, entre
instrumentales quirúrgicos, marañas selváticas, insectos, sonidos y tramas,
Exuvia migra hacia otros destinos, no sin antes despedirse del Museo Areco y de
Posadas, con un prometedor espectáculo de cierre, que contará con una performance
musical en vivo.
En esta ocasión, la intención de los músicos Marissa
González y Leo Rojas, en concordancia con la visión de Paredes, es proponer un
recorrido por lo que denominaron “Ante la Exuvia, el Jardín”, espacio
audio-visual que formularía una manera de ver y pensar ambos aspectos de la
muestra en su totalidad.
Así, cada cuadro de la antesala de la Exuvia, será
musicalizado por esta dupla de talentosos músicos, quienes desde su percepción
sonora acercarán al mundo invisible de la obra de Andrés. “Voces de teal”,
“Enramada”, “Lluvia de cocos”, “Sabor a pitanga”, son algunos de los títulos
que guiarán por el jardín musical que conducirá hasta a la Exuvia y el Sonido
de la piel.
De acuerdo al informe realizado por la administración del
Museo, desde su inauguración en diciembre pasado, promediaron el centenar de
visitantes por semana, a lo largo de los más de dos meses que lleva expuesta en
la galería de arte y sala Juan Carlos Solís.
Andrés Paredes: Un
pedacito de mí quedará en el Areco
La pinacoteca “Marcos Otaño” del MMBA “Lucas Braulio Areco”,
ha incorporado recientemente a su colección una nueva obra. Ya que el artista
plástico Andrés Paredes otorgó en donación su cuadro “Toritos”, que actualmente
se encuentra en exposición en la Galería de Arte, integrando la muestra Exuvia,
que podrá ser visitada hasta el Miércoles 26 de Febrero. “Cuando dono una obra
a un museo u otra institución, tengo la posibilidad de seguir viéndola, es un
pedacito de mi, una huella que dejo en el lugar” fundamentó el artista
apostoleño.
La obra cuenta con ilustraciones de Joaquín Benítez; mide
122 x 87 cm y está realizada en MDF calado y pintado a mano con impresión
inkjet.
El Museo Municipal de Bellas Artes abre sus puertas de lunes
a viernes de 08 a 12 y de 17 a 20.30 horas, sábados y feriados de 17 a 20.30
horas. Está ubicado en calle Rivadavia N° 1846 ó ingresando por el Paseo
Bosetti (Bolívar entre Buenos Aires y Rivadavia).
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